Como resultado del tercer proceso de auditoría que tuvo lugar en diciembre del año pasado encabezado por la Alcaldía Municipal con la participación interinstitucional, de entidades públicas y privadas, comerciantes, prestadores de servicios turísticos y de la comunidad en general, Marsella logró recertificarse por segunda ocasión como Destino Turístico Sostenible de Colombia y el segundo de Risaralda hasta febrero de 2022, al recibir una vez más, luego de su certificación oficial en 2019, el aval por parte de la Compañía Andina de Inspección y Certificación ACERT S.A.
Tras haber dado continuidad al cumplimiento de los requisitos establecidos en la Norma Técnica Sectorial Colombiana de Destinos Turísticos – Área Turística NTS – TS 001 – 1 de 2014, consolidándose como un territorio que asume los retos ambientales y socioeconómicos.
El trabajo articulado en los cuatro comités de sostenibilidad inmersos en la norma cómo el ambiental, sociocultural, económico, de información, capacitación y sensibilización; permitió recibir en esta vigencia el reconocimiento que sigue proyectando a localidad como un destino que promueve el comportamiento responsable tanto de propios, como de visitantes y turistas con códigos éticos de conducta, para que en el marco del turismo se implementen políticas de conservación, protección y se generen recursos que beneficien a la comunidad marsellesa.
Ha sido el Centro Histórico del municipio engalanado por emblemáticos sitios de interés patrimonial, histórico y ecológico como el Jardín Botánico Alejandro Humboldt, Cementerio Jesús María Estrada, Estadio La Rioja, Parque Julio César Vélez, Casa de la Cultura, Parque Bolívar, Parroquia La Inmaculada Concepción, Parque Los Fundadores, Parque del Árbol y la Calle Peatonal Luis Alberto Hernández Laverde, representativos sitios caracterizados por una arquitectura colonial y cafetera dentro de esta área certificada.
Para el gobierno local que hoy preside el Alcalde (E) José Mauricio Calderón Flórez, es fundamental dar continuidad a esta estrategia de turismo responsable, mediante una participación real de todos los actores involucrados en la cadena, con unos compromisos claros en los que prime no solo la conservación del patrimonio tanto natural como cultural, sino que además se tenga una apuesta clara con el territorio que promueva al turismo como una alternativa económica, participativa, sin
detrimento en la calidad de los productos y servicios, generando nuevas oportunidades para la competitividad